GRECIA COLMENARES
Lejos de lamentar sus 12 años de ausencia en nuestro país, la actriz afirma que espera volver a hacer telenovelas. Y enamorarse otra vez.
Por Mario A. Otamendi
De Venezuela a Estados Unidos, desde allí a México, luego a Italia, regreso a Miami y ahora, Buenos Aires. Grecia Colmenares arribó el viernes a la Argentina. Físicamente, en la ventanilla de Migraciones pasa por europea, pero sus rasgos no alcanzan a disimular el espíritu caribeño que lleva en la sangre. Cuando los empleados la “descubren” y con admiración le preguntan cómo está, la actriz de Topacio responde feliz y espontánea: “¡Chévere!”.
Está impecable. La sonrisa fresca, los ojos cargados de ilusión, como cuando llegó a nuestro país en 1985 y grabó María de Nadie, con Jorge Martínez. Luego su figura tomaría gran dimensión convirtiéndose en una de las heroínas preferidas en el ámbito local. Lo último que realizó aquí fue en 1999, protagonizando algunos capítulos de Chiquititas, y desde entonces no volvió a la pantalla, salvo para que le realizaran homenajes en su condición de reina de las telenovelas. El tiempo parece no haber transcurrido en ella: “Ahora vengo de Miami, donde estuve en la graduación de mi hijo (Gianfranco, de 18 años, fruto de su pasada relación con el argentino Marcelo Pelegri), que se recibió de bachiller y va a seguir la carrera de Administración de Empresas. Y yo llego contratada por Jorge Hane para ser la cara de su nueva línea de cremas modeladoras y antioxidantes.
—¿Esta reaparición es volver de a poco a la televisión argentina?—No, es seguir estando, porque el público nunca se ha olvidado de mí. Esto lo comprendí el año pasado cuando estuve en el Festival y Mercado de la Telenovela Internacional, al que nuevamente concurriré este año.
—¿Y qué sucede con Grecia Colmenares actriz?—Espero propuestas, pero no para hacer cualquier cosa. Sé que va a llegar ese proyecto atractivo no sólo por mi personaje, sino por el programa en su totalidad. La semana pasada leí una nota que PERFIL le hizo a Arnaldo André, en la que decía que estaba un poco aburrido de las tiras y que deseaba retirarse de la actuación para ser director. Eso a mí no me sucede: ¡me encantan las telenovelas, porque son la vida misma! Uno cree que hay cosas que pasan exclusivamente en la tele, pero la realidad la supera. Actualmente tengo una propuesta cinematográfica con producción de México y Argentina. Soy actriz y me siento muy halagada con que en Italia me hayan nombrado “reina de las telenovelas”, pero tampoco quiero encasillarme y hoy podría hacer ficción como también conducir un programa.
—Si bien el público te tiene en su memoria, estuviste mucho tiempo alejada.—(Adelantándose a la pregunta) Alejada entre comillas, porque hasta hace poco en la Argentina repitieron Chiquititas y Rebelde. Ahora en Italia están pasando nuevamente Topacio, que con la tecnología de hoy en día, la regrabaron en HD y parece una novela nueva. Ah, y también están transmitiendo Más allá del horizonte, con lo cual el público de todo el mundo me tiene muy presente y nunca me he retirado, al punto que hay una nueva generación que recién me está conociendo.
—¿No hacer cosas nuevas fue una decisión propia o surgió por la ausencia de propuestas?—Se fue dando así. Al principio me quise retirar para estar más junto a mi familia; además me divorcié y eso requiere un tiempo, hubo un proyecto que no me gustó, y después otro que tampoco me atrapó, pero creo que el tiempo de Dios es perfecto y este es el momento.
—¿Actualmente estás en pareja?—No, y tampoco quiero estar con alguien por el simple hecho de estar acompañada. Ya va a llegar mi príncipe azul, y como te dije recién: el tiempo de Dios es perfecto.
Echarri y Juanita
A pesar de no vivir en la Argentina, gracias a la televisión, Grecia sigue permanentemente la actualidad de nuestro país: “¡Hace unas semanas vi la entrega de los Premios Martín Fierro y me pareció súper emotivo! Me hizo llorar la presencia de Gustavo Yankelevich, y me llamó la atención la sensibilidad de Marcelo Tinelli.
—¿Es verdad que el año pasado estuviste en tratativas con “Bailando por un sueño”?—Sí, pero esa oferta se produjo en un momento en el que todavía no estaba preparada para regresar, y aunque es un programa difícil, me decían que iban a cuidarme mucho.
—¿Eso te lo prometió Tinelli?—No, justamente el tema es que nunca llegué a hablar con Marcelo. Siempre me llamaron sus productores, quienes en su nombre me ofrecieron todo lo que estaba a su alcance. La cuestión no era económica, sino que yo aún no estaba en condiciones de afrontar las exigencias de ese programa.
—De los galanes de ahora, ¿quién te gusta?—A mí no me va ese cuento de que las generaciones de antes eran mejores. A mí me gusta vivir el presente, y uno de los que más me atrapan, por su mirada y pinta, es Pablo Echarri. ¡Es un tremendo galán! Y entre las actrices, Juana Viale me encanta.
1 comentario:
ella es la que trabajo en chiquititas? me parecía muy buena, en ese entonces yo vivía en Recoleta
con mi hija y la llevaba siempre al teatro, que lastima tanta ausencia en nuestro país, ojala vuelva a las novelas.
Publicar un comentario